La bodega Frutos Marín, donde se elaboran los vinos Malaparte, se encuentra en la Villa de Cuéllar (Segovia) y, actualmente, está dirigida por Elisa de Frutos en el área comercial y Rubén Salamanca en el área agrícola y técnica.
En las parcelas El Canalizo y Montón de Piñas, de unas 5 hectáreas y rodeado de zona de pinares, está plantado el viñedo. La variedad predominante es Tempranillo, con una edad media de 20 años, aunque también disponen de Syrah, con una edad de 5 años y Moscatel de grano menudo, con la misma antigüedad. El suelo es calcáreo, con zonas franco arenosas (sílice) y microclima específico, con fuertes contrastes entre noche y día en verano. Se sitúa a 920 metros de altura sobre el nivel del mar.
En 2013, los responsables de la bodega comienzan un nuevo proyecto denominado “Uvas Nómadas”, en el que, a través de la fórmula del micromecenazgo, elaboran vino con otras variedades de la geografía nacional.
Además de estas Uvas Nómadas, encontramos, “Oui” Rosado, con 4 meses de barrica, Dindi Garnacha de Segovia, “Las Lomas” Tempranillo&Syrah y el que hoy nos ocupa: “Malaparte”.

Ficha de cata

100% Tempranillo

16 meses en barrica de roble francés de tostados medios

Producción: 10.000 botellas
Vino de la Tierra de Castilla y León
Color rojo cereza, borde granate, de capa media/alta, limpio y brillante, con una lágrima que tinta la copa. En nariz muy complejo, fruta roja madura, toques especiados, torrefactos, mineral, monte bajo, elegante y franco.
En boca ataque potente, sabroso, untuoso, muy agradable, con una acidez perfectamente integrada, goloso y largo con un postgusto a frutas maduras que lo hace muy persistente.
Un gran vino de una pequeña bodega que no dejará indiferente a nadie.




