A orillas del Duero, en plena Milla de Oro, en un impresionante paraje en el término de Viñabanez, muy cerca de Valladolid (a unos 20 kilómetros), se encuentra Bodegas Vizar .
Me dirijo allí con parte de mis compañeros del curso de Sumillería de la Cámara de Comercio de Valladolid, invitados por Isabel Turrado que ha tenido la amabilidad de abrirnos las puertas de su “segunda casa”.
Nada más llegar sorprende el impresionante edificio moderno y luminoso que alberga en sus entrañas los vinos que, posteriormente, nos dispondremos a catar.

Nos recibe parte del equipo que compone la familia Vizar, encabezados por el enólogo Jean Francois Hebrard, con el que rápidamente nos disponemos a empaparnos de información.
Pero antes cataremos su verdejo, acompañado de un buen queso de la zona. Es el primer año que lo elaboran y el viñedo no se encuentra en la bodega sino a unos kilómetros de aquí, en la Seca. Se busca el aprovechamiento de lías y no la acción de las levaduras. Sale al mercado a finales de marzo buscando cierta redondez en botella.
Esta es la nota de cata:

Color amarillo pajizo con ribetes verdosos, limpio y brillante, es un vino muy bonito y luminoso, a copa parada la intensidad aromática es media, aromas herbáceos, hierba buena, tila, flores blancas, agitamos y aparecen cítricos, piel de melocotón un fondo mineral. En boca tiene una buena acidez, amargor, persistencia media y una retronasal mineral y cítrica.

Mientras comemos nos disponemos a catar el resto de vinos de esta bodega. Bodegas Vizar tiene Casi 80 hectáreas de viñedo, de las cuales un 75% es de la variedad Tempranillo y el resto son variedades como Syrah, Cabernet Sauvignon y Merlot. Nos encontramos ante un tipo de viticultura en la que la palabra “terroir” tiene sentido, cubierta vegetal en la viña para que la planta se regule, trabajan sin productos químicos, en ecológico, con infusiones de ortiga, valeriana, cola de caballo, etc. Los únicos productos utilizados en la viña para o por evitar enfermedades son el azufre y el cobre.
Este es el resultado del trabajo en el viñedo y en la bodega:

Color cereza de ribete amoratado, limpio y brillante de capa media. En nariz tiene una buena intensidad, fresa, regaliz. En boca es amable, fresco, con recuerdos varietales en retronasal (mora) y persistencia media.

Color cereza de ribete amoratado, limpio, brillante, luminoso, de lágrima tintorera. Intensidad aromática media, aromas que nos recuerdan a la fresa, frambuesa, arándanos, regaliz, vainilla… En boca se le nota que está recién embotellado, pero apunta maneras de buen vino.

Color rubí de ribete cardenalicio, limpio y brillante de capa media. Nariz intensidad alta, limpio, pimiento muy maduro, fruta roja madura, cacao, cuero nuevo. En boca tiene una entrada amable, buen paso, buena estructura, persistencia media y retronasal especiada. Buen vino para una añada complicada.

Color cereza de ribete cardenalicio, limpio y brillante, de capa media. En nariz tiene una intensidad alta, es franco y con aromas que nos recuerdan a la ciruela madura, frutas en licor, muy mineral, cuero limpio, especies, chocolate, muy complejo. En boca tiene un paso amable, con estructura, volumen, untuosidad y un tanino aún muy vivo y agradable, persistencia media y recuerdos especiados en retronasal. Un gran vino para recordar.

Color cereza de ribete cardenalicio, limpio y brillante, de capa media. Intensidad aromática media, limpio, frutas en licor, violetas, mineral, laurel, clavo, mucha complejidad aromática. En boca entrada amable, estructura, volumen, untuosidad y mucho recuerdo varietal. Persistencia larga.

Y después de la tempestad… la calma. Visitamos las instalaciones de Bodegas Vizar y el viñedo, donde es fácil perderse entre tanta paz. Me pasaría horas y horas sentada aquí, simplemente dejando pasar el tiempo.
Esa misma sensación he tenido hace un rato observando a las personas que trabajan aquí mirando sus ojos, su constante sonrisa y la pasión con la que hablan de la bodega, de su terroir, de sus vinos… Se nota cuando alguien es feliz y eso se transmite porque no olvidemos nunca que las empresas las hacen las personas y aquí hay un equipo humano impresionante, sin olvidar un trabajo espectacular.
El que busque algo diferente y sorprendente tiene que catar los vinos de Bodegas Vizar, porque os aseguro, que no dejarán a nadie indiferente.
Como decía Plinio el viejo:
“In vino veritas” (En el vino está la verdad)