Disfrutar del mejor pescado, a un precio muy asequible y dentro de un espacio impactante y cuidado hasta el mínimo detalle. Esas son las premisas que definen a Restaurante Bálamo, el nuevo restaurante especializado en productos del mar abierto en Alcorcón, que tuvimos la oportunidad de descubrir hace unos días. Porque ahora, más que nunca, podemos decir eso de que el sur también existe, el menos en lo que a gastronomía se refiere.
El nombre de Bálamo hace referencia a “un banco de peces, generalmente de la misma especie, que siguen una sólida disciplina grupal, y viven y prosperan manteniéndose en formación. Bálamo es la fuerza de la familia, el sentimiento de pertenencia a una comunidad, el hogar», tal y como manifestó Oscar García, uno de los socios del restaurante. Y con esa filosofía, la de ser un punto de encuentro en cualquier momento del día o de la semana, abrió sus puertas el pasado mes de noviembre este restaurante, donde los productos estrella son los pescados y mariscos, pero en el que también podemos degustar la mejor carne o disfrutar de unos vinos o unas cañas en buena compañía.
Un diseño muy singular

Lo primero que llama la atención cuando cruzas las puertas para entrar en Bálamo Restaurante es el espacio. Su diseño, decoración y, sobre todo, su gran tamaño (4.200 metros cuadrados) sorprenden al visitante. Con una capacidad para 700 comensales, se ha diseñado dividiéndolo en diferentes ambientes para encontrar siempre el más adecuado para cada momento.
Su decoración en tonos grises, con vigas, hierro, hormigón, maderas naturales y con grandes cristaleras, recuerda al estilo industrial que tanto triunfa hoy en día. En definitiva, se trata de una obra arquitectónica con un gran atractivo visual, diseñada por el prestigioso arquitecto Rui Costa.
Un espacio para los más pequeños
En la parte central unas escaleras de madera sirven de unión entre esos diferentes ambientes, conectando la planta principal (que se compone de la zona de bar, restaurante, reservados y jardín interior), con la planta superior, denominada “Alta Mar”, y la planta inferior donde se encuentra “La Playa”, un parque infantil con piscina de bolas y toboganes, dirigido a niños de 2 a 6 años, donde los más pequeños podrán pasar un rato agradable, acompañados en todo momento por cuidadores infantiles.
La zona de tapeo

En la planta principal, encontramos una gran barra y mesas altas dispuestas para disfrutar de unas tapas y unas cañas, presidida –en la parte alta– por seis tanques de cerveza de 500 litros cada uno y un mostrador donde se expone el producto fresco que posteriormente el cliente va a degustar o llevar a casa. Desde este punto se puede contemplar una enorme cocina vista de 500 m2, que permite al cliente ser partícipe de la actividad realizada en el corazón del restaurante, donde cocineros y camareros trabajan en equipo de forma sincronizada “como los peces que nadan juntos en un Bálamo”.
La zona de restaurante


En esta misma planta encontramos la zona de restaurante que, además, dispone de espacios reservados de diferentes tamaños, para tener mayor intimidad. Todos ellos han sido bautizados con el nombre de ilustres navegantes, como Colón, Pizarro o Magallanes.
En esta zona sorprenden dos cosas. En primer lugar, el impresionante jardín vertical de 350 metros cuadrados, lo que lo convierte en el más grande de Europa, y que se puede contemplar desde casi todos los ángulos del restaurante. Para los amantes de los datos, aquí van algunos:
• El jardín vertical produce el oxígeno que necesitan 350 personas al año.
• Capta, anualmente, 45,5 kg de polvo.
• Filtra, anualmente, 234,5 toneladas de gases nocivos.
• Atrapa y procesa 94,5 kg de metales pesados al año.
En otras palabras, estarás cenando en un espacio que contribuye al cuidado del medio ambiente.
Por otro lado, encontramos una elegante bodega de vino, diseñada en cristal, que conserva una selección especial de algunos de los mejores vinos del mercado. Un lugar perfecto si, como nosotros, eres un “wine lover”.
Un jardín interior…

Otro de los espacios más atractivos es “Arrecife”, un jardín interior presidido por tres grandes árboles naturales. Este lugar ha sido pensado, sobre todo, para los fumadores, de modo que puedan disfrutar de la velada al aire libre.
… y hasta una sala de fiestas

Para terminar la velada sin necesidad de moverte del lugar, tenemos “Alta Mar”, un espacio de 700 metros cuadrados, ubicado en la planta de arriba, y destinado a disfrutar de una copa después de la cena o para celebrar diferentes eventos. Un cielo lleno de estrellas preside esta sala que acoge actuaciones musicales los fines de semana.
Además, cuando acudáis al restaurante no tendréis problema para dejar el coche, ya que el exterior dispone de un aparcamiento con 130 plazas, al que se suma un garaje subterráneo con otras 190.
La carta
Si el espacio nos impresionó, la comida no se quedó atrás. Como decimos, su especialidad son los pescados y mariscos y, lo más importante, a un precio al alcance de todos los bolsillos. Ya no es necesario esperar a Navidad para degustar una buena mariscada o una parrillada de productos del mar.
Entre las raciones encontramos productos ibéricos, quesos, pulpo en tres variedades (a la gallega, a la parrilla –nuestro favorito, acompañado de patatas revolconas– y al limón), gambones, salpicón, ensaladilla de gambas (una de las especialidades de la casa… ¡deliciosa!), croquetas, etc.
En la carta de mariscos, podemos optar por los de concha (ostras, mejillones, berberechos, almejas, navajas o zamburiñas), por marisco cocido (gamba blanca de Huelva, langostino rayado, gambón, cigala, centollo, buey de mar o bogavante) o por marisco a la plancha. No dejéis de probar los camarones fritos… ¡una delicia!
Si sois más de pescado, tienen una carta de fritura, con boquerones, pijotas, acedías, salmonetes, chipirones, cazón o rejos. Por cierto, para los intolerantes al gluten, sus frituras están elaboradas con harina de garbanzos que, además, la deja mucho más crujiente por fuera y sabrosa por dentro.
Aparte de las frituras, tienen platos de pescado, como Cogote de merluza, chipirones a la plancha, rape, rodaballo o bacalao. Por encargo, también se puede pedir un delicioso arroz con bogavante y carabineros.
Y si, a pesar de ir a una marisquería, no podéis pasar sin la carne, en Bálamo también podréis disfrutar de unas chuletillas de lechal o un lomo alto de vaca.
¿Se os ha hecho la boca agua? Pues no lo penséis… ¡acercaos a conocer Bálamo!
Bálamo Restaurante
C/ Cooperación, 11 28922 Alcorcón, Madrid.
De lunes a jueves y domingos 08:00 a 24:00hrs. Viernes y sábados 08:00 a 02:00hrss
Precio medio: 20-40€/persona