Existen pruebas que indican que en la pre-historia ya se consumía un líquido similar a la cerveza. Sin duda no estaría producida como en la actualidad y los datos indican que sería una mezcla de cocción de cereales y ciertas hierbas.
No sería hasta el reinado de Carlos I cuando la cerveza llega a España. Este rey nació en Gante y murió en Yuste, lo cual ha marcado la historia de la cerveza en España. Dada su vivencia en los distintos países del norte de Europa, trajo a España alguno maestros cerveceros. Se fundó entonces la Real Fábrica de Cerveza junto a la orilla del río Manzanares debido a la calidad del agua como elemento fundamental. Carlos I también estaba muy ligado al monasterio de Yuste, donde se comenzó a elaborar la primera cerveza de abadía del país.
Posteriormente, con Carlos II, se puso impuestos a la cerveza, con el fin de ganar dinero para dotar al ejército y participar en las distintas campañas que hubo en aquella época. Esto hizo que se fueran cerrando algunas de las fábricas que se habían creado.
En el siglo XIX empezó el comercio portuario, dando comienzo a la importación de cervezas de otros países y de lúpulo para la elaboración en España. En 1890 se crea la fábrica de Mahou. A principios del siglo XX comienza la agricultura del lúpulo en España (Artículo sobre el lúpulo) lo que hace que se incremente la producción en nuestro país. Es en esta época cuando se funda la cerveza El Águila o Cruzcampo.


La Guerra Civil española supuso un gran tropiezo para el sector y hasta pasada la post-guerra no comienza el incremento de la fabricación y consumo. Nuevos estilos, nuevas marcas, apertura del sector suceden posteriormente hasta hoy.
Y la historia actual… ya la conocéis.








Pero en Egipto ya se tomaba, ¿no? Qué tarde llegó a España entonces. No tenía ni idea.