El sábado por la noche Madrid se subió al ring del sabor y nosotros estuvimos allí para disfrutarlo. XAMACH celebró «Lucha Libre de Sabores: Tequilas vs Mezcales«, un evento pensado para vivir la coctelería y la gastronomía mexicana desde una perspectiva divertida, creativa y muy bien cuidada.
Desde el primer momento se percibía que no se trataba de un evento masivo, sino de una experiencia más íntima y cercana, lo que permitió disfrutar con calma de cada detalle. El espacio, ambientado con guiños a la lucha libre mexicana, invitaba a relajarse, conversar y centrarse en lo importante: saborear y pasarlo bien.
Tres caídas, seis cócteles y muchas sorpresas

El eje de la noche fue una degustación de seis cócteles, organizados en tres «caídas» en las que tequila y mezcal se enfrentaban de forma directa. Cada ronda tenía su propio carácter: propuestas frescas y ligeras para empezar, combinaciones más intensas y especiadas en el centro, y opciones dulces y envolventes para cerrar.
Uno de los aspectos que más nos sorprendió fue la variedad de mezcales. Lejos de un perfil único, cada uno mostraba matices distintos: ahumados elegantes, notas herbáceas, toques minerales… integrados con mucha personalidad en los cócteles. El tequila, por su parte, ofrecía un contrapunto más reconocible pero igual de disfrutable, demostrando su versatilidad en la coctelería contemporánea.
Tacos a la altura del combate
Los cócteles estuvieron acompañados de tacos que resultaron ser un auténtico acierto. Sabrosos, bien ejecutados y pensados para acompañar la degustación, ayudaban a equilibrar sabores y a disfrutar aún más de cada ronda.
Sin robar protagonismo a la bebida, la parte gastronómica tuvo un nivel muy alto, demostrando que en XAMACH la cocina sigue siendo una de las grandes protagonistas, incluso en eventos lúdicos como este.
Atención cercana y ambiente relajado
Otro punto destacable de la noche fue la atención del personal, siempre atento, cercano y dispuesto a explicar cada propuesta. El formato del evento, con un grupo reducido y un ritmo tranquilo, permitió una interacción más personal, algo que se agradece y que suma mucho a la experiencia global.
La música y la animación acompañaron sin imponerse, creando un ambiente distendido, más de disfrute que de espectáculo, perfecto para saborear cada cóctel y compartir opiniones.
¿Quién ganó la lucha?
¿Tequila o mezcal? Tras probarlo todo, nuestra conclusión fue clara: empate técnico. Ambos brillaron con propuestas muy bien planteadas y perfiles bien diferenciados.
Eso sí, el verdadero ganador fuimos los asistentes, que disfrutamos de una noche diferente, bien organizada y muy agradable. Una experiencia que confirma que XAMACH no solo destaca por su cocina, sino también por su capacidad de crear eventos con personalidad, pensados para disfrutar sin prisas y con mucho sabor.
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