Con el amanecer del Año Nuevo Lunar, que comienza el próximo 10 de febrero, Madrid acoge esta colorida celebración que tendrá como protagonista al Dragón, simbolizando cambio y unión con la naturaleza. Entre las calles vibrantes de la ciudad, el restaurante Shangrilá se destaca como un destino culinario especial para celebrar este Año del Dragón, invitando a todos a sumergirse en la autenticidad de la cocina china tradicional.
Comida casera para el alma
La celebración del Año Nuevo Chino es una sinfonía de sabores y Shangrilá es el maestro de ceremonias. La propuesta del restaurante es clara: traer a los comensales un pedazo de China a Madrid y sumergir a los clientes en la tradición familiar gastronómica de este país. «Queremos trasladar a nuestro comensal a China y que viva con nosotros una de las celebraciones más grandes de nuestro país de origen«, afirman desde el restaurante.
El chef Liang Wang, anteriormente al frente del famoso restaurante chino del parking de Plaza de España, guía ahora la cocina de Shangrilá. Con un toque nostálgico y una pasión por las costillas de cerdo, que recomienda fervientemente por su sabor distintivo, Wang propone una carta que es un homenaje a las recetas que han viajado de generación en generación.
Un menú muy diverso
Desde los platos picantes que evocan la imagen de un dragón escupiendo fuego, como es el caso de sus “sartenes”, que se pueden elegir de calamares, gambas, ternera o pollo, todas acompañadas de verduras mixtas, hasta las empanadillas y sopas caseras que abrazan la tradición, la carta de Shangrilá es un caleidoscopio de la cocina china. Los dim sum de Qingtian, los tallarines chinos y una casquería que hace guiños a la cocina madrileña, conforman una carta de 42 opciones sin contar los postres. Además, la accesibilidad económica es clave: los precios van desde 1 € (bolas de arroz con sésamo y soja) hasta los platos estrella que rondan los 9 €, como su famoso pato laqueado.
Cabe destacar los mencionados dim sum de Qingtian, una especialidad de la casa. Se trata de pequeñas empanadillas al vapor, rellenas de verduras, gambas o carne de cerdo y ternera, muy típicas de la cocina china.
Una ubicación con historia
Shangrilá no solo sirve comida; sirve recuerdos. Ubicado en la calle Leganitos, junto a la Gran Vía, ocupa el mismo espacio que el primer restaurante chino de Madrid, abriendo una ventana al pasado y manteniendo vivo el legado. Este es un lugar donde el idioma de la comida es universal, con menús en japonés, chino, coreano, español y inglés.
Un festín para los sentidos
El Año Nuevo Chino es un festín para los sentidos y Shangrilá invita a todos a participar en un viaje culinario que promete llevar a los comensales más allá de las fronteras de Madrid y directamente al corazón de las tradiciones chinas. Con cada bocado, los clientes no solo se nutrirán con la comida más auténtica y casera sino que se sumergirán en una historia rica y vibrante.