Aunque para muchos ya es familiar el símbolo de esta cervecera, muchos otros no conocen que De Molen es una cervecera artesanal holandesa que tiene grandes referencias dentro del ámbito europeo. Fueron galardonados por Ratebeer en 2010 como una de las mejores cerveceras mundiales. Para los que la conocen y la vienen siguiendo, seguro que es innegable que, pese a que algunas de sus recetas se han resentido por su expansión, siguen siendo un acierto seguro.
Podéis encontrar distintos tipos de cerveza, ya que no están encasillados en ninguno, desde Ales ligeras, IPAs, Stout o Porter, ya sean de elaboración propia o colaboraciones. Los nombres más conocidos son Amarillo, Bommen & Granaten.
Pero como recetas tienen muchas, si tenéis ocasión probad la Hel & Verdoemenis, una imperial stout muy redonda, sabrosa y algo alcohólica, que puede ser un buen postre en sí misma.
Una de las características que nos parecen muy interesantes, además de sus cervezas, son las etiquetas. Son una muy buena representación de lo que es una cerveza. No sólo contiene el nombre de la cerveza sino que te indica el estilo, los ingredientes al detalle (tipo de malta, lúpulo…), así como las medidas de alcohol, amargor y color en el estándar.
El molino De Molen
Hemos aprovechado unos días de descanso para visitar el molino. Este emplazamiento era el lugar originario donde empezaron a fabricar, si bien su repercusión y crecimiento hicieron que tuvieran que abrir una fábrica a pocos metros, y convertir el viejo molino en una cervecería, restaurante y una pequeña tienda de cervezas.
Tienen 20 grifos, donde comparten espacio sus propias cervezas con otras cervezas artesanas europeas de alta calidad. Además, puedes comer o tomar un tentempié con buenas elaboraciones, que incluyen sus propias cervezas en sus recetas como un ingrediente más.